De más está decir que todos mis proyectos empezaron en un relativo silencio. Si alguien sabía de ellos antes de que la idea estuviera formada, esa era solamente yo. Una vez podía explicarlo y contestar todo tipo de preguntas sobre ello, quizá una gran amiga o mi pareja se enterarían de la idea. Pero nadie más.
Y como suele ocurrir con todo proyecto personal, se vuelve muy personal. Haces tu propio producto, lo promocionas de forma orgánica tú mismo, arreglas las ventas tú mismo, y también haces el control de calidad. Las relaciones públicas, los reclamos de clientes: todo lo haces tú. Y la publicidad paga, ¿adivina quién la pauta?
Yo no tenía dinero para publicidad paga (la hiciera alguien más o yo misma) pero, más que nada, quería saber hasta dónde llegaría realmente sin esa «ayuda». Lo que tienen los números conseguidos de forma orgánica es que conservan el mismo valor que le damos al “boca en boca” en los negocios tradicionales.
¿Qué vale más? ¿Que un cliente te diga que llegó a ti por un volante tirado en la vereda o porque alguien más te recomendó? Porque hay una gran diferencia cuando tu nombre sale de la boca de un conocido en quien tu nuevo público confía, a que seas el único volante que había en la acera sobre el servicio que estaba buscando.
Hoy por hoy, en Analytics puedes ver de dónde viene cada persona que entra en tu página, cada cosa que hace en ella, y en que momento se va. Si sabes indagar bien, también sabrás por qué. En los negocios convencionales o analógicos no tenemos esa posibilidad.
Es por ello que el SEM es tan importante: porque hay herramientas que te permiten medir su conveniencia, resultados y formas de maximizar todo eso. Si estás en un mercado competitivo, quizá valga cada centavo pagarle a Google para que te ponga ahí arriba, conforme lo que puedas pagar en la subasta.
Pero si lo que buscas es otro tipo de recompensas, como formar una marca o adquirir leads (fidelizar a tu público), la publicidad paga no te va a ayudar. Lo que te va a ayudar es el contenido de valor. Generar ese “boca en boca” que se hace tan viral en los negocios analógicos.
A partir de allí, cada persona que llegue a ti será un cliente cuyo proceso de fidelización ya comenzó. ¿Ves como es más fácil crear marca de esa forma? Sí, tendrías más visitas con publicidad, pero apenas un porcentaje de ello estará dispuesto a ver más de 10 segundos tu página, y luego te queda todo el trabajo de fidelización. En ello, juega la suerte de que les guste el contenido de tu landing page o tengan tiempo suficiente para darle la vuelta al sitio, o tu buena promoción en Facebook o Pinterest.
Así que, para pasarlo en limpio, te cuento los 5 motivos por los que no invierto en publicidad paga.
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