Entonces, que tienes que tener en cuenta para formar ideas de negocio de forma rápida:
Problema/solución: Si tu producto o servicio no ayuda a nadie, nadie lo va a comprar. La gente ya casi no compra por capricho, la cosa está difícil y uno compra lo que le soluciona un problema.
Producto/servicio: Puede ser tangible o intangible: producto físico propio o de terceros, infoproductos, servicios profesionales, servicios de coaching, todo lo que se te ocurra.
Público objetivo: Debes saber a quién vas a venderle, no puedes andar por ahí ofreciendo tu servicio o producto a todo el mundo. Es una pérdida de tiempo y no te puedes dar ese lujo. Debes conocer a tu público objetivo para saber cómo sufren ese problema que tu arreglas y saber ofrecerles la solución de la mejor forma posible.
Muchas veces ocurre que tu público objetivo no es el que piensas en primera instancia, por eso es importante saber quién tiene el problema que resuelves. Pensar en problemas y soluciones es mucho más efectivo que pensar en productos o servicios en sí mismos.
Establecer producto mínimo viable: ¿Cuál es la base de tu idea de negocio? Debes poder extraer una o dos cuestiones básicas con las cuales comenzar a probar la idea de negocio. Si quieres ser coach de imagen, por ejemplo, comienza por un servicio; personal shopper, revisión de closet, algo específico. Y comienza desde ahí, sólo con eso.
Ve cómo funciona, si arregla el problema de tus clientes, si les sirve, pide devoluciones sinceras para que sepas qué puedes mejorar. Si lo básico funciona, todo lo que le añadas sumará valor.
Validación: Debes poder validar la idea en una pequeña porción de mercado con tu mínimo viable. Si la idea funciona, puedes ir consiguiendo autoridad, dejando clientes contentos y recolectando testimonios de ellos. Cuando el mínimo viable se vende, tienes asegurado el éxito del modelo con todas las añadiduras y mejoras que irás haciendo con el tiempo.
Si la idea no funciona como esperabas, tienes malas devoluciones por parte de tus clientes o el modelo no te sirve, ya sea porque consume mucho tiempo o te faltan recursos, debes reorganizarte y volver a pensar en la idea. Esto se llama «Pivotear o morir»: pivotear es mejorar, afilar tus ideas de negocio para que funcionen según lo que esté mal. Si es el tiempo, puedes automatizar algunas partes de la oferta; si los clientes no están satisfechos con algo, intenta mejorar eso. Y prueba de nuevo. Si no cambias, el negocio como está no funcionará.
Este proceso de validación puede parecer eterno pero es súper importante. Si no lo pasas de la forma correcta, vas directo al fracaso, porque no estás entendiendo al mercado y a tu público objetivo, y no sabes escuchar lo que te dicen.
No responses yet